Separaciones matrimoniales


Separaciones matrimoniales

Otra particularidad en el ámbito de los litigios matrimoniales o de pareja, son las
separaciones.

Cuando los cónyuges deciden separarse, tal situación puede hacerse efectiva básicamente de dos modos: de hecho y a través de una resolución judicial.
El proceso judicial será iniciado cuando los miembros de la pareja opten por la vía de la resolución judicial.
En la actualidad, la separación judicial es independiente respecto al divorcio.

Se trata de dos conceptos jurídicos distintos, resultando beneficioso para los cónyuges tanto en el plano económico como en cuanto a ganancia de tiempo.
Hay que insistir en que la agilización de las tramitaciones resulta fundamental para que los miembros de la pareja rehagan su vida de acuerdo a sus nuevos deseos y necesidades. Los procesos de separación y divorcio pueden dilatarse en el tiempo y resultar perjudiciales para ambas partes.
Este hecho no solo se da en los divorcios contenciosos, sino en situaciones mal manejadas desde punto de vista legal. Es por ello que la cualificación en el ámbito es primordial, así como la especialización en las diferentes particularidades de las leyes relativas al matrimonio y su disolución.

Un punto en común con el divorcio es que, también en este caso, puede darse una separación de mutuo acuerdo o una separación contenciosa. El fin, al menos de una de las partes (la solicitante en el caso del contencioso), es la disolución de la vida en común. El vínculo matrimonial podría quedar indemne si así fuera la decisión de los clientes.

Uno de los inconvenientes de las separaciones es que no permiten, tras la disolución de facto de la convivencia, un nuevo matrimonio por ninguna de las partes.

La personalización es característica de los abogados que se especializan en divorcios. Son situaciones personales que deben afrontarse desde múltiples perspectivas, aun cuando los cónyuges están plenamente de acuerdo en la separación y no desean trabas para la otra parte.